No avanzó la concesión por 15 años de la Plaza del Agua. El proyecto fue puesto en tratamiento en medio de una fuerte protesta. Los concejales que acompañan la iniciativa juntaban cinco votos y necesitaban seis. El oficialismo igual puede hacer un intento por aprobar el expediente.

El expediente mediante el que se tramita una autorización del Ejecutivo para otorgar por 15 años en concesión la Plaza del Agua a la firma Wam Entertainment Compañy no pasó este martes el filtro de la comisión de Obras del Concejo Deliberante.

Pese a que los concejales que lo impulsaban lograron ponerlo en tratamiento por fuera del orden del día, no lograron los votos necesarios para aprobarlo sobre tablas. De todas formas, todavía tienen una alternativa: llevarlo a una sesión extraordinaria que se podría realizar el jueves y aprobarlo sobre tablas.

La sala de comisiones, que según un cartel tiene capacidad para no más de 20 personas, quedó chica. Es que a los concejales, sus asesores y los periodistas que seguían la reunión se sumó una importante cantidad de público que se manifestaba en contra del proyecto. Los carteles que llevaban eran elocuentes: “No a la privatización de la Plaza del Agua”.

Como el recinto de sesiones –el lugar al que se mudan las comisiones cuando la presencia de público es tan grande– estaba ocupado, los concejales decidieron sesionar igual en la pequeña sala, con un calor que agobiaba.

El quórum se reunió por las presencias de la presidenta de la comisión, Cristina Coria (UCR), Claudia Rodríguez (Acción Marplatense) y los arroyistas Mauricio Loria, Marcelo Carrara y Patricia Serventich.

Después se sentaron la radical Natalia Vezzi y los concejales de Unidad Ciudadana Daniel Rodríguez y Balut Tarifa Arenas. Ya iniciado el cónclave ingresó a la sala Mercedes Morro (1País) con el expediente vinculado al Grupo Clarín en la mano.

Después de tratar todo el orden del día, Morro se paró con el proyecto y le recordó a Coria que quería tratarlo. Enseguida comenzaron los cánticos del público: “La plaza no se vende, la plaza no se vende”. Morro argumentó: “Entiendo que no se vende ni yo la estoy comprando”. También dijo que el Estado no dispone de fondos para ponerla en valor.

Primero se consideró si el expediente se trataba. Fue un trámite sencillo: solo se necesitaban tres votos favorables. Después comenzaron las exposiciones. Daniel Rodríguez fue el más crítico. Habló de un “tratamiento exprés” (el expediente fue presentado por el Ejecutivo en el Concejo el 11 de octubre). Dijo que el mismo gobierno que propone la concesión “ataca” a concejales “a través de periodistas y funcionarios”. Y consideró “vergonzoso” que pudiera aprobarse una concesión por 15 años a días de un cambio de gobierno.

El concejal de Unidad Ciudadana exigió que el intendente electo, Guillermo Montenegro, exprese su postura al respecto. “Porque no se sabe lo que piensa y él y tres intendentes más van a recibir lo que se piensa votar hoy”, alertó.

Coria, quien había denunciado presiones, sostuvo el expediente “prácticamente no ha tenido tratamiento”. Y aclaró que “la plaza dejaría de tener el formato que tiene hoy”.

Loria defendió la iniciativa: “Estamos convencidos de que la inversión le va a hacer bien a la ciudad”. Daniel Rodríguez retomó la palabra. “No pensé que se iban a atrever a tanto”, lanzó, y recordó que del tema no habían opinado ni el Plan Estratégico, ni el Colegio de Arquitectos, ni el de Ingenieron ni la Asamblea por los Espacios Públicos.

Coria también le dio la palabra a Luis Salomón, uno de los defensores del pueblo presente en el lugar, quien mencionó una “irregularidad en el tratamiento”, sostuvo que se estaba considerando “entre gallos y medianoche” y reclamó “seriedad”.

“Vemos que algunos expedientes caminan muy rápido”, agregó Salomón. Y Rodríguez contrapuso que un proyecto para revisar el último aumento de tasas “va arriba de una tortuga”. También denunció que el gobierno de Arroyo “dejó morir a la Plaza del Agua” con la intención de impulsar la iniciativa privada.

Al llegar el momento de la votación, entre mensajes de texto y conversaciones al oído, los concejales empezaron a recordarse los votos que se necesitaban para que se aprobara un expediente sobre tablas en esa comisión. El número mágico era seis. Los que argumentaban a favor llegaban a cinco. Por eso se acordó un cuarto intermedio en el que se repasó la situación. La conclusión fue que no estaban los votos para aprobarlo. La opción, antes que exponer las opiniones de cada uno, fue dejar la iniciativa en comisión.

La única forma de que la iniciativa se apruebe antes de la finalización del mandato de Arroyo es que se convoque a una sesión extraordinaria (se habla del jueves) y se apruebe sobre tablas; es decir, con el voto de los dos tercios de los presentes.